domingo, 1 de noviembre de 2009

Librería Karma


La librería Karma tuvo la amabilidad de publicar esta reseña:

Con gran acierto Luciérnaga ha publicado el diario íntimo y honesto de la aventura de Alfonso Biescas para llegar al bienestar interior a través del Camino de Santiago. Felicito la divulgación de la experiencia de éste vasco tan especial, por que nos brinda una visión que es particular y universal a un tiempo. Sin fantasías, ni fatigosas exhibiciones de datos, refleja de manera directa y amena la que puede ser la maravillosa aventura de descubrirse a uno mismo, y al Mundo, a través del peregrinaje a la ciudad compostelana.

No puedo explicar qué sensación puede apreciar una persona que no ha hecho nunca el Camino de Santiago- las experiencias, y más la profundas, nos conforman y no nos permiten una vuelta atrás- Sin embargo, si que puedo decir que, habiendo peregrinado a Santiago en varias ocasiones, el relato de Alfonso es el que más se ajusta a las vivencias compartidas por los miles de caminantes que acuden a la ciudad galaica. Según las estadísticas no llegan a alcanzarse los 100.000 peregrinos anuales, pero poco falta.

La  primera descripción escrita del itinerario que, siguiendo las estrellas, va desde los Pirineos a la capital Gallega, se remonta al siglo XII y responde al nombre de “Codice Calixtino”. En estos nueve siglos la popularidad de la ruta y la frecuencia del paso de caminantes han sido desiguales. No fue hasta mediados de los años 80 que se convirtió en un ampliamente difundido de la mano de la UNESCO y del Gobierno Autónomo Gallego. 

A partir del crecimiento exponencial de peregrinos en la década de los noventa, no sólo se proporcionaron instalaciones de acogida en muchos de los puntos del trayecto francés (el más concurrido aunque hay otros muchos) si no que aumentó el número de publicaciones sobre el Camino. Guías de viaje, guías gastronómicas, guías espirituales, guías arquitectónicas y guías esotéricas por ejemplo. Sobre el Camino  Compostelano no faltan análisis ni fotografías de cada una de sus piedras. También se ha escrito ficción y se han recreado antiguas peregrinaciones. Paulo Coelho a través de su “Diario de un Mago” ha conseguido que los brasileños sean una de las nacionalidades más representadas entre los portadores de la concha. Incluso la estrella de Hollywood Shirley Maclaine escribió su propio diario de El Camino.

Sobresaliendo del maremágnum de publicaciones  sobre el Camino más o menos oportunistas y/ o oportunas. Creo que era necesaria una crónica como la de Alfonso Biescas para entender  realmente qué es eso de cargar en una mochila todo lo necesario- mucho menos de lo que pensamos- y recorrer más de 800 kilómetros gracias al inestimable esfuerzo de nuestros pies, de nuestra mente y nuestra alma. La mirada de Alfonso es particularmente sensible por que cuando hizo su primer Camino (diez años después ya lleva 14 más desde distintos puntos) vivía unas circunstancias especialmente dolorosas de las que difícilmente podía sentirse aliviado.

Más allá de la cercanía geográfica, la publicidad institucional o la asimilación de la peregrinación a una dimensión religiosa, el camino de  Santiago es una de las grandes experiencias interiores y exteriores que puede vivirse en éste planeta. La idea de hacer el Camino de Santiago no puede negarse que tiene mucho de “peregrina”, pero al mismo tiempo es una de las mejores ideas que una persona, con un poco de buen juicio, puede llegar a concebir. Como dice el propio Biescas en exclusiva para Karma: “El Camino me ha dado paz y alegría, salud y emoción. Me ha regalado amigos maravillosos, paisajes inolvidables, vivencias entrañables, lágrimas y risas. Gran parte de mi corazón pertenece a él”. Alfonso Biescas, con su relato, se hace cómplice de todos aquellos, que hayan hecho o no el Camino, han sabido buscar esforzadamente una luz que los guíe hacia delante.


(Foto proporcionada gentilmente por el autor del Libro)

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